Cuida tus Renza

🧼 Guía Paso a Paso: Cómo Limpiar tus Renza

🧰 Materiales necesarios:

  • Paño suave de algodón (idealmente blanco)
  • Cepillo de cerdas suaves (puede ser un cepillo de zapatos o de dientes viejo)
  • Jabón especial para cuero o jabón neutro.
  • Agua tibia
  • Crema o cera para cuero (del color adecuado o neutra)
  • Paño seco para pulir
  • Opcional: acondicionador para cuero

✅ Paso 1: Quitar la suciedad superficial

  • Usa el cepillo de cerdas suaves o un paño seco para remover el polvo, tierra o residuos.
  • Asegúrate de limpiar bien las costuras, la lengüeta y el borde de la suela.

✅ Paso 2: Limpiar con un paño húmedo

  • Humedece ligeramente un paño con agua tibia y unas gotas de jabón neutro o jabón especial para cuero.
  • Limpia suavemente toda la superficie del zapato con movimientos circulares.
  • No empapes el cuero, ya que el exceso de agua lo puede dañar.

✅ Paso 3: Secar correctamente

  • Usa otro paño limpio y seco para retirar el exceso de humedad.
  • Deja los zapatos secar a temperatura ambiente, lejos del sol directo o fuentes de calor, que podrían resecar o deformar el cuero.

✅ Paso 4: Aplicar crema o cera para cuero

  • Una vez secos, aplica una pequeña cantidad de crema o cera para cuero con un paño limpio.
  • Distribuye en forma circular, asegurándote de cubrir todo el zapato.
  • Este paso nutre el cuero, evita que se agriete y le devuelve el color y brillo.

✅ Paso 5: Pulir

  • Usa un paño suave y seco para pulir el zapato hasta obtener el brillo deseado.
  • Si es necesario, puedes usar un cepillo especial de lustre.

✅ Paso 6 (opcional): Acondicionador para cuero

  • Si los zapatos están muy resecos o con uso frecuente, aplica un acondicionador para cuero una vez al mes para mantener su flexibilidad y apariencia.

📝 Consejos adicionales:

  • Limpia regularmente, al menos una vez al mes o después de cada uso intenso.
  • Evita el agua y la humedad prolongada. Usa protectores impermeables si vas a usarlos bajo la lluvia.
  • Guárdalos con hormas o rellenos de papel para que mantengan su forma.
  • Nunca uses detergentes fuertes, alcohol o limpiadores domésticos comunes.